Juan:
Híjole! Es muy difícil esto pero, sabes, ¡me tienes hasta la madre! ¡ya me canse!
Cuando te conocí pensé que eras diferente, me gustaste cuando pasaste frente a la estética donde trabajo, ¿te acuerdas? Que tú me hablaste y parecía no importarte mi condición gay. ¡Me cagas! Me compre unas tetas por ti del tamaño que te gustaban, solo porque te importaba.
Hoy estoy decidida,el alcohol me ha dado valor y de pronto pienso que estuvo chido lo que vivimos, hasta el día en que me rompiste el brazo, luego cuando hablaba con la Lola... que borracho llegaste y me diste una madriza, ¿para que seguir contando las veces en las que me has humillado?
¿Para que? Yo pensé que me querías, yo pensé que cambiarias.
Hoy dijiste que si me salía me desmadrarías, ¡vete a la verga! Búscame por todos lados te voy a esperar, te dejo todo, no quiero nada de ti ni de las cosas que hay en la casa, púdrete, se que nos encontraremos pero ya no tengo miedo, si me vas a matar ¡hazlo!, acaba con lo poco que me queda de mi misma, que de cualquier forma te he dejado incluso un poco de mi dignidad.
¡Chinga a tu madre!
La Marlen.