sábado, 16 de enero de 2016

Una de cerdos...

Ese día Betito tenia todo preparado, se baño en el pozo con agua muy fría como esperando que la mente se le aclarara, se lavo la cara con furia y un pedazo de jabón. Ya después llego a su casa, arribita del monte y escogió sus mejores prendas, una playera muy blanca la "Gaviota" su hermano, lavaba sus camisas con lejía y a mano, siempre procurando que Betito se viera como todo un caballero, con el pecho erguido y el orgullo en la cara...
Tomo el único pantalón de mezclilla que le quedaba limpio, grito a su hermano e incluso le habría dado un par de bofetones. Nunca estuvo de acuerdo con quien era su hermano, desde pequeño le apodaron Gaviota, sus personalidades eran contrastantes, nadie en el pueblo daba crédito, algunos  culpaban a su madre, pensaban que había consentido de mas al niño, otros decían que era castigo divino, en la escuela lo molestaban constantemente "Puto" le gritaban, otros haciéndose los que no, le permitían acercarse de mas, solo para complacer al pobre. El hermano fastidiado lo corrió un par de veces de la casa, la madre no tenia opción Betito era el hombre de la casa.
Gaviota pues se fue con Doña Mónica una mujer que daba cobijo a las señoras del pueblo, esas que tenían una apuración económica, las llevaba a un cuartito y las alistaba, maquillaje, les lavaba las "patas" cambiaba los huaraches por un par de zapatos, mismos que debían regresar al termino de la jornada, y las perfumaba un poco, luego llegaban los señores no podían hablar y debían estar ya "dispuestos" buscaban debajo de una puerta las piernas que mas les gustaban, hablaban con Doña Mónica y después de pagar la cooperación respectiva se hacia el negocio, Gaviota, al igual que la mujer del presidente municipal, caminaba con tanto estilo que de a poco les fue ganando terreno a las señoras, hasta que puso un negocito, cuentan que muchos de los machos mas bravíos en algún momento se cobijaron en sus brazos...
Cuando murió su madre, Betito agarro la costumbre de ir a comer con Doña Gertrudis, el menú era el de siempre: enchiladas, frijoles, estrujadas, frijoles, adobo, frijoles, tamales, frijoles, huevo y si, también frijoles. 
Ese día, Betito llego a la misma hora de siempre, pidió lo único que comía: enchiladas con frijoles, y saco un cuchillo de su bolsillo limpiándolo con calma, Doña Gertrudis impresionada le pregunto:
-¡Ey! Pos ora tu ¿que harás con ese cuchillo?
- ¡Ah! Ps es que hoy voy a matar un cochino.
- Oyes Beto, has de guardarme tantita manteca, es que voy a hacer tamales...
Y así, Betito pago $40.00, aguardo a llegar al negocio de Gaviota, cuando se fue uno de los clientes, habrán sido las 20:00 hrs, entro sigiloso se acerco a su hermano por la espalda y cuando Gaviota pensó recibir un abrazo, le paso el cuchillo por el cuello, no sufrió dice Betito: -"nomas los ojitos se le fueron para atrás, mi camisa dejo de ser blanca brillosa se puso roja, lo recoste en el suelo y le explique que no estaba bien ser maricón y además la puta del pueblo, limpie el cuchillo y salí caminando, fue cuando me encontré a Gilberto y le dije que me prestara una camisa y otro pantalón."
Gilberto pregunto -Oye tocayo, ¿como que te ensuciaste? Pos, ¿que te paso?- 
Betito con los ojos brillantes contesto -Acabo de matar un puerco-

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