Hace tiempo que no me dolían tanto las palabras, es difícil encontrar significados coherentes en un país donde la violencia representa a tantos y en formas tan diversas; así como difícil es permanecer callado e inmóvil cuando ves que a tus herman@s los levantan, torturan, golpean y matan por que el Estado disfrazado de hermosos inútiles con corbata, lo decide.
No hay palabras para acallar el dolor y la rabia, tampoco recomendaciones de Derechos Humanos, recompensas millonarias, ni renuncias llenas de partidocracia. Cada vez tenemos mas fosas llenas de cuerpos sin vida y otras tantas llenas de mexican@s sumidos en la pobreza, ¡vaya chingadera!, mientras tanto permanecen en su silla de oropel los políticos negociando de codazo con el narco, el Slim o cualquier cabrón que les llene el monedero e infle el ego.
¿Cuánto tiempo más seguiremos así?
¿Cuánto mas hay que aguantar el pisoteo constante del mal denominado "poder"?
Fijemos posturas, aquí no hay opción el Estado no funciona, él mismo ha violentado su esencia: la Nación, el pueblo. De nada sirve pedirles la renuncia y cambiarlos de lugar, siguen siendo los mismos y seguirán haciendo lo mismo, su escuela: la corrupción y su doctrina: los madrazos aderezados de medios de comunicación y programas populistas.
La creación de un nuevo sistema político y social es urgente, lo piden a gritos los normalistas desaparecidos, los estudiantes, las muertas de Juarez, l@s violentad@s por el ejercito y la polícia y también tod@s aquell@s que gritamos justicia.
Que el dolor no quede en silencio, hagamos nuestra su pena, luchemos por lo que nos queda, que este país cada vez más parece un rompecabezas sin piezas.
Entristecidamente Jiz.