La carne siempre reclama su sitio, solo que a veces, solo a veces faltan las ganas o el tiempo o la distancia…
Me siento afortunada, bendecida incluso, he conocido hombres
con olor a roble y otros con aroma a melancolía. La piel relumbra siempre cuando
los tocas, algunos han dejado marcado territorio y difícilmente podrían ser
reemplazables, hace no mucho D me dijo que esperaría a que mi romance en turno
terminara, para ser honesta espero no termine.
Blancos, morenos, grandes, pequeños, algunos más viejos que
otros, todos han sido parte de mi regocijo, se perfecto que en algunos he
dejado poco más que mi aroma, ojalá no dejara nada y se quedaran siempre, pero,
eso no ocurre. Soy harto caótica.
Busco sin encontrar un ancla, de esas que te amarran al suelo,
bien duro para que nunca debas buscar otro mar a donde zarpar, pero – siempre
hay un puto pinche, pero- tal vez y solo tal vez, mi vida deba ser seguir
navegando sin rumbo fijo, solo que a veces quisiera estacionarme por un largo
rato en un yate bien bonito lleno de altibajos, ¡ya sé! Soy una pinche ridícula.
Jiz
P.D. Alfredo Padilla deberías aparecer en mi casa igualito
como apareces en mis sueños, !cabrón!
P.D. 2. Cristopher, ya ven!!! Muero de ganas de ti. Te amo
P.D. D, me persigues en mis sueños lleno de lujuria y de
sueños inconclusos, debería olvidarte?