Septiembre, siempre nos recuerda que el riesgo esta, ahí pausado, inminente, tiembla la tierra, se abre el cielo, la tierra sucumbe... septiembre, siempre septiembre, ahoga los cuerpos como si tratara de recordarnos lo efímero que somos, -¿ya dijiste te amo?, ¿ya pediste perdón?-
Siempre, siempre la periferia, ahí donde huele a pobreza, justo en donde el pavimento se vuelve bache, y solo queda la esperanza.
Vaya pues, que la zona conurbada, la pobreza y la marginación se juntan, nos reclaman y gritan abandono.
Así siempre, así la condena de la marginación.
Pero, la buena es que ya termina, como casi todo,
Jiz