I.
¡Las putas no se enamoran! decía la voz en mi cabeza mientras el
hombre en turno agitaba su cuerpo sobre el mío, sus ojos cerrados me hacían ver
que estaba absolutamente concentrado en venirse, me gritaba que le dijera
"papito" mientras mis pies yacían en sus hombros, su sudor caía en mi
boca hasta que en un solo grito su miembro hinchado explotara en mis adentros.
Para cuando termino, mi cuerpo estaba tumbado junto al suyo, empapados de
sudor sonreía y me contaba que hacía mucho no estaba con una mujer, que
extrañaba el aroma y la humedad propia del sexo.
II.
Cada uno de los hombres que han pasado por mis abrazos han sido especiales todos
besan y dejan huella en la piel. No sé qué es lo más difícil de olvidar, sus
ojos cuando están en éxtasis, su aroma, su ruido, no sé.
He ido coleccionando besos e imágenes constantes de cuerpos revueltos, a todos les deje un beso en los labios con la esperanza de verles de nuevo, algunos (pocos) regresan por un instante otros (muchos) dan la vuelta.
III.
He visto sus ojos un instante y de pronto se transformo mi piel, ordenaba cada día tareas, todas debían ser cumplidas en su totalidad.
Ese calor que da cuando se hace la tarea abre un camino poco conocido en lo ordinario, lo extraordinario deja una continua sensación de cachondería inconclusa. Esa es la magia, ahí está lo desordenado de mi mente.
!Las putas no se enamoran Señor! Sin embargo, en temas de piel lo mejor es dejarse llevar...
Jiz
P.D. Happy Birthday Bitch!