Uno de esos días en los que no hacía mucho, salvo contemplar
el infinito, sentí clarito como tus manos recorrían mi piel, me acorde de tus
besos y tu desnudez, alto como es, blanco como es, erguido como es…
Tiene unos ojos que miran re bonito, con una mezcla de
ternura y perversión que desnudan mi cuerpo antes de si quiera de acercarme.
Cada que te veo tengo preparada una sorpresa, intento
seducirte sin éxito, termino devorada en tu boca. Tu cama se ha vuelto un
espacio donde el tiempo es infinito, vuelo, mi entrepierna palpita a pasos
agigantados, cierro los ojos y me concentro en espasmos, abrazo tu espalda y
gimiendo al oído te pido que no pares, me gusta cuando en voz bajita me dices: “putita”
me erizas la piel.
Adoro que inquietes mi mente tanto como mi vulva.
Dices que eres de la vieja escuela, de vieja le veo poco, de
escuela aprendo mucho.
Besos
Cachonda mente Jiz
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