En 2002, se estrenó en México Big Brother, una serie de televisión que, debido a su formato denominamos como Reality Show, un programa de televisión que ponía cámaras a un grupo de personas, todas ellas, provenían de segmentos de población diversos y, quienes debian convivir en una especie de aislamiento con vigilancia 24/7.
Un éxito se aventó telerisa con un programa innovador, al menos en México.
Evidentemente, agotaron el formato con modificaciones en el tema, han aventado musicales, deportivos, hasta con temáticas sexuales, todos ellos conllevan un exquisito premio de muchos ceros.
Todos siguen en la misma tónica, un hombre y/o mujer que está dispuesto a dar todo por ganarse a una audiencia llena de morbosidad fascinada de historias llenas de pobreza, bondad, lucha y cuánta mamada para justificar un guión que, evidentemente fue escrito por un productor de novelas
Hoy venden lo mismo, solo que ya no ponen personas de a pie, ahora son los "famosos" y hasta los hijos de los "famosos" cuya autoridad moral les da voz en cualquier cantidad de temas , aunque en realidad imponen modas de corto plazo. El consumo acelerado de cualquier cantidad de "productos" ponen en evidencia la urgente necesidad humana de sentir satisfacción instantánea, todo es de consumo inmediato, y, si, todo es desechable.
La felicidad pues, es un bien determinado por la cantidad de bienes materiales que se consumen en un corto plazo, a ellos hay que agregar el asunto de que seguimos comprando sueños envueltos en pantallas de 55' en las que el morbo es uno de los aderezos fundamentales.
Los influencers marcan la pauta con videos que no duran más allá de un par de minutos, determinan las expectativas de las juventudes y las senectudes que se mueven entre salarios bajos, empleos malos y la esperanza de tener cuerpos del libro vaquero y el bolsillo de banquero.
Filosofía de suadero pues.
Allá usted si compra eso, allá Usted si lo cree.
Jiz.
Ahh!!! Y para ese fan, que ya me dijo neurótica, amargada y algunos muchos adjetivos más, hágase un favor, pase de largo, sus opiniones son exactamente iguales a usted, nada.