jueves, 19 de abril de 2012

Lilith

Adán y Lilit nunca hallaron armonía juntos,

pues cuando él deseaba tener relaciones sexuales con ella

 Lilit se sentía ofendida por la postura acostada que él le exigía.

 «¿Por qué he de acostarme debajo de ti? —preguntaba—

yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual»

 Como Adán trató de obligarla a obedecer,

 Lilit, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios

 se elevó por los aires y lo abandonó.

Según el Yalqut Reubeni,

 colección de comentarios cabalísticos acerca del Pentateuco,

 recopilada por R. Reuben ben Hoshke Cohen

 

 

 

El feminismo ha sido sumamente criticado por diversas estructuras sociales coercitivas, que van desde la iglesia, el estado e incluso grupos de mujeres que, en su mayoría se esfuerzan por darle peso a una estructura familiar que es predominantemente machista.

El discurso va mas allá de la perspectiva de género y por su puesto de los arquetipos que están en función de los roles que el estado ha determinado a través de diversos mecanismos de comunicación masiva, y que son igual de coercitivos.

La buena noticia es que tenemos una candidata a Presidenta que dice llevar falda y tener muchos pantalones, según entiendo mas allá de hablar de fortaleza femenina pareciera presume un enorme guardarropa y además nos muestra sigue atrapada en una vieja discusión donde el "pantalón" da poder y no las ideas.

Las propuestas son ideas inteligentes e incluyentes no personas rellenas de discursos malogrados, enfundadas en cotos de poder y que lo único a que aspiran es que "Dios los ponga donde hay"

La seudo democracia se ha convertido en partidocracia, que usa a su beneficio la imagen de los grupos vulnerables; Acción Nacional le apuesta al voto del genero, el PRI al voto de la decepción, y el PRD al amoroso cabildeo, y de Quadri mejor ni hablar.

 

 

Encolerizadamente Libertad-Gix 



1 comentario:

la MaLquEridA dijo...

No tengo idea por quien votar, estoy en el hoyo en cuanto a eso, Josefina me parece pusilánime y sin carácter. De los demás ni hablar, creo en ninguno.

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