"...Mi amor por ti es incondicional. Lo único que te pido a cambio es que, cuando hables conmigo, cuides tus palabras. Que tus palabras sean justas, que sean del tamaño de tus sentimientos. Porque si tú me dices “no” para mi es no. Y si me dices “llueve” para mi está lloviendo. Y si me dices “amor”, para mi es amor.¨
Rosario Castellanos, Los adioses.
Amor.
Siento de esas mariposas en la panza, envueltas en un perfume bien curioso, ese que provenía de tus adentros y que olía a tempestad.
Tu cama regocija mis lamentos, la lluvia constante que me regalaste y la conjunción de ideas bien locas me tienen atrapada. Te siento cerca, cerquita hablándole a mi interior susurrando un lenguaje con el que mi sonrisa se dilata y no quiere cesar.
Te quiero para mis carnes, y para mis sueños, y para mis ganas, y para tus gustos, y para que hagamos el amor al amar. También para cuidarte, oír los silencios callar los gritos y dar luz a las sombras.
Te quiero a lo largo y a lo ancho de mis caderas, también te quiero tanto y te quiero a lo mucho. Así como para tirarnos en el vacío del gozo y recibirnos en el abrazo de lo infinito.
Así pues, te quiero ahogados en besos.
A riesgo de ser una suicida te quiero querer mucho por tanto como la imaginación nos llene.
Enamorada mente Gis, Libertad acompañada de ti.
P.D. sí el insomnio regreso, tengo hambre y lo que me gusta esta lejos y durmiendo.
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