lunes, 17 de agosto de 2020

El beso...

 

Apenas revolví mis cosas, casi igual que se revuelven las tripas…

Encontré en el viejo clóset de la casa papeles revueltos y de pronto ahí estaba, un viejo recorte de periódico.

Me emocione! Y lo leí de nuevo con las mismas ganas que hace 28 años…

Hace tanto y nada. Tenía un noviecillo quien, al igual que yo nos estrenábamos en eso del romance, un día nos escapamos, fuimos al deportivo y caminábamos tomados de la mano.

De pronto comenzó a llover, de esas lluvias (como la de hoy) que se vuelven interminables, nos metimos debajo del techo de los baños, apenas y llegamos. Llevaba un short pequeño y traía una blusa, que me gustaba mucho color durazno pegadita y con cuello “v”.

El caso es, ya sentados me abrazo, levanté mi cabeza y de pronto nos besábamos, despacio, mordisqueaba mis labios con lentitud, como pidiendo que el tiempo no transcurriera, de repente sus manos temblorosas tocaban mis piernas subiendo y subiendo…

Y bueno, les dejo ese cachito de recorte de periódico, que además estaba en el Uno más Uno…Si alguien sabe el nombre del autor, agradecería mucho me lo dijera.

“Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre si se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviésemos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos de fragancia oscura. Y si nos mordemos, el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y horrible absorber simultaneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una lucha en el agua.

Mis besos lloverán sobre tu boca oceánica, primero uno a uno como una hilera de inmensas gotas, anchas gotas dulces cuando empieza la lluvia, luego de pronto todos juntos hundiéndose en tu gruta marina, chorro de besos sordos entrando hasta tu fondo perdiéndose como un chorro en el mar en tu boca oceánica de oleaje caliente, besos chafados blandos, anchos como el peso de la plastilina, besos oscuros como Esnele, donde no se sale vivo, deslumbrantes como el estallido de la fe, sentidos como algo que te arrancan, comunicantes como los comunicantes”

Que los besos no se nos acaben nunca por favor!!!

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