jueves, 21 de enero de 2010

El que busca encuentra.


Era tarde cuando Lucia llego a su departamento se vio al espejo, comenzó a desmaquillarse como siempre, se quito sus aretes, en fin todo el proceso para después ir corriendo al sillón a prender la tele y fumar un cigarrillo.
Solo que esta vez el ritual tendría modificaciones, al mirarse sin maquillaje se pregunto si realmente quería estar con Miguel, tenían una relación de unos meses, todo se había dado muy rápidamente, pero ella se sentía insegura, ¿de verdad quería casarse?
Así que esa noche abrió una botella de tequila, y sorbió lentamente, recordó entonces que todo era maravilloso con él pero le inquietaba su amistad con una vieja novia, ella sabia que se veían y no le importaba.
Un día Lucia llego de sorpresa a verlo, el había estado mucho tiempo en la computadora y dejo abierto el correo, al ver eso ella pensó en cerrar la pagina y no revisar nada, pero la verdad es que a ella le llamo mas la cosa de ver que tenia ahí, así que comenzó a sentir adrenalina y vio muchos correos pero sobre todo el correo de ella de su ex así que como la curiosidad mato al gato los leyó, de uno en uno y sorpresa fue el darse cuenta de que el le decía que la quería.
Los ojos se le llenaron de lagrimas, de pronto se oyó la puerta Miguel había llegado, rápidamente Lucia cerro la pagina y apago la maquina, se levanto sonrío y le dio un enorme beso.
La relación siguió casi tan normal como al principio, pero ahora Miguel le pidió matrimonio, ella contesto un si con mucho ánimo.
Comenzaron los preparativos, pero el día en que fueron a buscar el vestido de novia, parados frente al aparador, ella le preguntó:
-¿Miguel, de verdad me amas lo suficiente?
-Si, ¿por que preguntas?
-Lo siento, yo no puedo casarme con alguien como tu, tan …
Y salio de ahí a pasó rápido llorando, al cabo de unas calles él la alcanzo, le hizo miles de preguntas, y ella solo le dijo:
No te amo lo suficiente como para vivir con mentiras, no lo suficiente como para compartirte con tu amiga, te quiero y lo siento.
Miguel entonces sintió como de apoco la presión le fue bajando y le abrazo pidiendo perdón.
Era demasiado tarde.

2 comentarios:

P´PITO dijo...

tssssssssssss

"no le busques 3 pies al gato"

esta como para casos de la vida real....

saludos

la MaLquEridA dijo...

Que mala onda, mejor es borrar los correos,así no queda huella de nada, de nada.



Saludos.

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