Recién comenzaba la década de los 90 cuando un profesor de economía nos decía en una clase que debíamos cuidarnos del dragón asiático. Fue pues, que los Chinos comenzaban a preparar estrategias brillantes del comercio.
China ha tenido un crecimiento
poblacional enorme y la demanda de creación de empleos remunerados (no se si
bien o mal) es altísima debido a las exigencias propias de una población que
requiere de manera constante ingresos que le permitan acceder a alimentos, casa
y en el mejor de los casos servicios de
salud. Se que muchos piensan que por el hecho de denominarse comunistas no deberían
necesitar dinero y probablemente eso podría ocurrir en economías absolutamente autónomas
(nulas de comercio internacional y muy probablemente con modelos de trueque) y
aun así el tema del dinero sigue siendo relevante.
China comprendió pues, que el
crecimiento económico debía ser estimulado en la inversión de conocimiento y lo
que realizo fue la exportación de Chinos a lo largo de las universidades más
prestigiosas del mundo, el resultado fue que regresaron no solo con conocimiento
“académico” sino también cultural. Donde, ellos mismos al comprender la manera
de pensar del enemigo emularon los modelos sociales, religiosos y culturales de
esos países donde fueron visitantes.
En el caso de México valdría la
pena revisar como la invasión asiática no solo ha sido de a poco, si no también
ha sido aplaudida y en muchos casos, los mismos mexicanos han permitido la expansión
de su mercado.
Los Coreanos y los Chinos tienen
contextos culturales muy diferentes a nosotros sin embargo han ido adaptando de
a poco mercancías, alimentos y formas de trabajo a la ideología mexicana.
Tepito es un marco fundamental
para poder comprender ese proceso de expansión.
El barrio bravo ha sido símbolo de
resistencia mercantil, independientemente de las etiquetas “delincuenciales”
que se le han colocado, la creación de mercados informales y la rebeldía de sus
calles demuestran que la pobreza tiene que ver más con un concepto
estandarizado de identidad que con la económica, que, cabe hacer mención, la económica
se disfraza de bolsas, perfumes y ropa clonada cuya calidad es igual a las
marcas de renombre y cuyos diseñadores se cagan en su exclusividad caminando en
el centro histórico de la Ciudad de México.
El modelo de la manufactura, de logística
y distribución de Tepito fue único, tanto que los Chinos y Coreanos vinieron a
estudiarlo, convencieron al Barrio de comprar más barato y con un margen más
alto de ganancias y lo único que ocurrió es que solitos se estaban ahorcando. Se
promocionaron viajes a China en las que se incluyen traductores, quienes los
llevaron a los sitios más recónditos donde se puede producir a placer casi todo
lo imaginable. Fortaleciendo -según- los lazos comerciales entre ambos países.
Tepito importo el modelo, se
fueron los comerciantes a visitar las tierras lejanas y a comprar por mayoreo
un montón de cosas, las más de ellas con un lapso de vida corto y cuya calidad permitiría
que los ciclos de consumo sean casi que continuos, a no ser que la moda imponga
algo más “aesthetic” dicen los más jóvenes.
La clandestinidad de los mercados
surge de la necesidad de crear recursos, las calles estaban apropiadas de
mexicanos, hoy los asiáticos (ojo sin ser peyorativo) son dueños de medio
centro histórico, a Slim muy probablemente no le agrade el tema, pero, la realidad
es que el comercio español, libanes y judío ya fue desplazado, las imágenes religiosas
de ojos rasgados llegaron para quedarse, así como los molcajetes, y ¿Dónde quedo
Tepito?
¡Nos volvieron a chingar! Gritaríamos
jajajaja La invasión asiática, el comunismo disfrazado de capital. La conquista
del anime, los fideos y lo chafa, con el nombre de tiendas mmis, mumusss
jajajaja que a la clase media le van re bien.
¿Deberíamos consumir lo nacional?
Desde una perspectiva si, la economía en nuestro país es meramente de consumo, se
ha dejado de producir alimentos, ya no hay fábricas. El país ha abierto sus
piernas – ah disculpe- las puertas (maldito auto corrector jajaja) a la inversión
extranjera, otros procesos de infraestructura han quedado delimitados a las
fuerzas armadas, porque dicen, los que dicen ellos administran mejor y tienen
al menos una ideología de estado mmm pero ese es otro tema.
El panorama es muy drástico, los
dueños de los edificios del centro histórico han preferido aceptar rentas de 5
años pagadas en una sola exhibición sacando a los antiguos comerciantes a la
calle, regresaron a la informalidad. ¿Qué opina el SAT al respecto?
La informalidad deja derramas económicas
importantes además de estar exentas de impuestos, ojo esto no exime a la gran mayoría
de los ambulantes de dar su mochada a los lideres de agrupaciones diversas que,
ya no son parte del PRI ya se volvieron cafecitos, para poder seguir vendiendo,
más las cuotas de seguridad, mas todo lo que usted guste agregar. No es que no
paguen impuestos es que no los dan al Estado y ese, también es un tema de ingobernabilidad.
Bueno, el caso es que en el bosque
de la China Tepito se perdió.
Sarcástica mente
Jiz
P.D.
Algunas referencias consultables:
https://dusselpeters.com/CECHIMEX/Alfonso_Hernandez.pdf
https://www.informador.mx/Economia/Tepito-abre-una-oficina-en-China-20100110-0110.html
https://www.imf.org/external/pubs/ft/issues/issues30/esl/issue30s.pdf
https://www.elmundo.es/america/2013/06/05/mexico/1370383322.html
https://youtu.be/QOcLRLprHtY?si=SQ4ju8FOMAvPiUuS