Hace mucho, pero mucho tiempo había una colonia de abejas que se esforzaba en trabajar para poder obtener un panal apropiado, cada una de ellas buscaba su independencia, por mas que trabajaban no lograban independizarse de la abeja Reina, hasta que un día, se presento una zorra de bello pelaje que les ofreció ayuda. Una de las abejas pregunto:
-¿Cómo es que tu siendo una zorra, podrías ayudarnos? -
A lo que la zorra contesto:
- Muy fácil, con todo el dinero que tengo, puedo prestarles un poco para que encuentren el panal mas apropiado para cada una de ustedes.-
Las abejas emocionadas exclamaron:
- con tu ayuda podemos hacer nuestro sueño realidad, dinos que debemos hacer.-
- Que les parece que me firmen un papel, en el pondremos cuanto dinero les presto, a cambio de que si no pagan, me quedare con su panal.-
- Es un trato justo, nos esforzaremos trabajando mucho, te pagaremos con la miel que producimos.-
Así que firmaron, llegaron cientos y cientos de abejas llenas de ilusión, lo malo es que la zorra equivocadamente les presto incluso a los zánganos.
Un día llegaron los osos, quienes habían guardado miel en la casa de la zorra, y uno de ellos le dijo:
- Zorra, temo decirte que necesito un poco de la miel que te pedí guardaras.-
Y ella, al ir a buscarla se dio cuenta de que no tenia suficiente, así que le pidió una disculpa y le dijo que regresara al día siguiente. Así pasaron muchos días, algunas de las abejas, especialmente los zánganos, no le habían pagado aun, fue a pedirles el pago que habían acordado y ellos contestaron en tono burlón:
- ¡jajajajaja! Debo no niego, pago lo justo, ¿tu crees que este panal vale lo que me estas cobrando?, no lo creo si tu así lo decides, puedo mañana mismo dejarlo.-
La zorra sorprendida, fue a cada panal y se dio cuenta que casi ninguna de las abejas estaba dispuesta a pagar, decían que no habían producido mucho por el calentamiento global, el clima, etc. Y que todas estaban dispuestas a renunciar a su pequeño panal.
Los osos al saber esto, se encontraban muy molestos, ellos reclamaban su pago y la zorra no tenia suficiente miel, se encontraba en un gran dilema, las abejas no le pagaban y los osos reclamaban la miel que le dieron a guardar.
Así que decidió ir con el cerdo, a pedirle ayuda le contó lo que había sucedido y con mucha pena le pidió un préstamo de miles de litros de miel, el cerdo, observo detenidamente a la zorra. Miraba como hablaba y hablaba. Y decidió prestarle, solo que al igual que ella hizo, le presto bajo ciertas condiciones, le dijo:
- No te preocupes, te prestare suficiente para pagar lo que debes, solo que me quedare con tus cosas, haber si así aprendes que debes cuidar lo que no es tuyo, y que además no debiste confiar en quienes sabias no te podrían pagar.-Así la zorra, pudo pagar sus deudas, lo malo es que ahora su casa no le pertenece más. Aprendió una lección, antes de prestar debe analizar si le devolverán la miel.
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